miércoles, 28 de septiembre de 2011

¿NO SON NOTICIA?


Ayer, martes 27 de septiembre, una cincuentena de trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento de Aljaraque se concentraron ante la puerta del Consistorio para exigir el cobro de las nóminas que se les adeudan. Hoy busco la referencia de la noticia en los medios provinciales y no la encuentro. No debe ser, para ellos, demasiado importante no ya la protesta en sí, sino la situación en que viven muchas familias de nuestro pueblo que dependen del salario municipal. Y no puedo dejar de percibir en ese hecho un carácter diferencial con anteriores protestas, en época de gobierno socialista, que respondían entonces a un retraso de días en el pago, y no de meses como ahora, con el elemento añadido de los expedientes de regulación de empleo sobre la mesa. Entonces sí tenían un amplio eco en distintos medios, hoy parecen haber dejado de tener interés.


Quiero mostrar desde aquí mi solidaridad con trabajadores y trabajadoras, nuestro compromiso de seguir, desde la oposición, trabajando para recuperar la normalidad laboral en nuestro ayuntamiento. Mientras estuvo en nuestra mano, fue una prioridad absoluta mantener el empleo y, con ello, el nivel de prestación de servicios, sin olvidar la incidencia positiva que en la economía local tenía el hecho de que más de quinientas familias contaran con ingresos con que hacer frente a sus necesidades, adquiriendo bienes y servicios en nuestro municipio.

El falso debate que pretende hacer recaer sobre el equipo de gobierno anterior y su gestión de la coyuntura la responsabilidad de la situación actual, olvida que las dificultades provocadas por la caída brutal de ingresos provenientes de la construcción (único sostén básico del modelo económico propiciado por el PP aljaraqueño) comenzaron ya en 2007 (véanse las liquidaciones del presupuesto en ese año y los siguientes) y se han extendido hasta el día de hoy. La construcción de una alternativa al modelo de desarrollo urbanístico descontrolado requiere tiempo y un arduo trabajo de gestión política. El que se realizó. Pero debe tener continuidad. Si lo que se plantea es una política de recortes, sin más, estaremos cometiendo un error de consecuencias muy graves. No basta, como hicimos, disminuir el gasto corriente hasta lo estrictamente imprescindible (hay que iluminar las calles, limpiarlas, vigilarlas, hay que seguir prestando los servicios y eso cuesta dinero), eliminando gasto superfluo y ajustando hasta el máximo la economía municipal. Sin tocar a la gente, eso sí, esa era nuestra frontera.


Hoy hay nuevas fuentes de ingresos municipales. La participación en ingresos del Estado aumentó, más aún la de los ingresos de la Comunidad Autónoma Andaluza; se han comprometido cantidades nuevas, por el alquiler de las redes, provenientes de MAS (la Mancomunidad de Aguas y Servicios), se ha recibido ya más de un millón de euros del PCTH (Parque Científico y Tecnológico) que, además, con la construcción de nuevos edificios consolida ingresos futuros por IBI e IAE, algo a lo que se suma también la pronta puesta en marcha de Hipercor que devengará idénticos ingresos. Hay, en suma, todo un trabajo realizado que debe proseguir. Y creo que ese es el camino. El camino es promover la construcción de la nueva escuela infantil de Corrales para la que tenemos aprobada una subvención de seiscientos mil euros (un año de trabajo para mucha gente, mientras se construye, y, para otras, un empleo para toda la vida), acelerar los trámites para la construcción de la nueva superficie comercial impulsada por la cadena Lidl, cooperar en la búsqueda activa de empresas que quieran instalarse en el PCTH, concluir con prontitud los trabajos ya iniciados con anterioridad para la electrificación definitiva del polígono de Las Gavias, donde espera el convenio con la agencia IDEA para la construcción de naves industriales...

Hay sendero que recorrer, pero hay que querer y saber recorrerlo. Y hay que trabajar, mucho, duramente. Tenemos una responsabilidad ante trabajadores y trabajadoras, ante el conjunto de la ciudadanía. En estos tiempos, sin duda difíciles, la única respuesta es el compromiso, el esfuerzo, la imaginación y la inteligencia. Hay que conjurarse para salir de ésta y hacerlo con un nuevo modelo de crecimiento sostenible. Aljaraque puede.

martes, 20 de septiembre de 2011

A PESAR DEL PP, HAY FUTURO


En muchas ocasiones he dicho que había que sembrar para recoger. Al equipo de gobierno socialista del pasado mandato le tocó bregar con una de las coyunturas más difíciles que ha vivido la economía española (en un contexto internacional) en las últimas décadas. En Aljaraque las consecuencias están siendo particularmente graves. La excesiva dependencia del sector de la construcción (se ha vivido durante años a costa de vender patrimonio municipal y cobrar licencias de obras millonarias), el modelo (muy costoso de mantener) de crecimiento urbano, la ausencia de alternativas, el olvido de las infraestructuras básicas (¡cuánto tiempo sin energía eléctrica suficiente!), en suma, la política de pan para hoy y hambre segura para mañana del Partido Popular, ha pasado y sigue pasando factura.

Ante esta situación, el planteamiento fue claro: mantenimiento del empleo municipal y los servicios, y, al tiempo, puesta en marcha de un nuevo modelo de crecimiento sostenible para el porvenir.

Varias medidas se tomaron en esa dirección. La mejora del suministro eléctrico, que ha hecho posible por ejemplo que HIPERCOR reinicie sus obras, la incorporación a GIAHSA y después la constitución de MAS, la puesta en marcha de uno de los logros más importantes para nuestro pueblo y para la provincia, el Parque Científico y Tecnológico, ... Sembrar para recoger.

Es cierto que en nuestro periodo de mandato, los frutos de todas estas iniciativas fueron incipientes. Hipercor ya está en obras y abrirá pronto sus puertas (con todo lo que significa), la entrada en MAS nos ha proporcionado nuevas fuentes de ingreso, al tiempo que ha mejorado nuestras infraestructuras de suministro y depuración (qué importante para nuestra marisma), y el Parque, pese al intento de llevárselo a Huelva capital o a las críticas infundadas sobre su puesta en marcha, es hoy una realidad, con edificios en construcción o de inminente inicio.

Los frutos de ese trabajo ya se ven (ingresaremos casi medio millón de euros este año de MAS por el alquiler de redes, entre lo ya recibido y lo inmediato, obtendremos más de un millón de euros del Parque) y, lo que es mejor, nos aseguran un futuro inmediato con más ingresos y la creación de puestos de trabajo para nuestra gente.

El Partido Popular se encuentra el camino construido. Ahora es su responsabilidad que todo salga bien. Desde la nuestra, contribuiremos a ello con todas nuestras fuerzas, no solo porque consideremos estos proyectos "hijos" nuestros, sino por la importancia que tienen para Aljaraque y para Huelva.

Puede que llegue un momento en que el PP de Aljaraque pretenda que todo ha sido obra suya. No importa ese riesgo. Cierto que confío en la memoria de los ciudadanos y ciudadanas, pero aquí lo importante no es colgarse medallas, sino contribuir al progreso de nuestro pueblo y de su gente. En eso nos encontrarán...

viernes, 16 de septiembre de 2011

EL ENGAÑO

Ironías de la vida. Quien se presentaba como adalid de los trabajadores y trabajadoras del Ayuntamiento, el mismo que en su día contrataba a dedo mediante una hoja con los datos de la persona a contratar que pasaba directamente al jefe de personal, el candidato que comprometía estabilidad y pedía confianza y que no se tuviera "miedo", pasará a los anales de la gestión municipal como el responsable político que más empleo municipal destruyó. Esto era lo que decía para convencer engañando:








Estas afirmaciones contenidas en el folleto que el PP repartió en la campaña electoral a los trabajadores y trabajadoras municipales, no tienen desperdicio: lucharé, actitud dialogante, ¡PLAN DE ESTABILIZACIÓN DEL EMPLEO!... Si no fuera porque detrás de los despidos están familias que van a tener muchas dificultades, el folleto causaría risa por su contenido irónico, desprecio absoluto a las personas a quienes se dirige.





Como puede comprobarse planteaba SOLUCIONES para los trabajadores (habría que suponer que también para las trabajadoras). Soluciones que pretendían resolver una supuesta "maltrecha situación laboral". Ahora ya sabemos cuales eran sus soluciones: enviarlos y enviarlas al paro. Y todo esto con premeditación. Que no nos engañen diciendo que se encontraron una situación de "ruina". Las medidas estaban pensadas y listas. Solo faltaba conseguir, disfrazados, que la gente creyera sus falsas propuestas.




No se podrá alegar, para todo ello, desconocimiento. Su propia propaganda electoral ya dibujaba una situación de la economía municipal que, sin tener en cuenta los logros, establecía una deuda municipal elevada. Así que pensaban que la coyuntura era difícil, pero a pesar de ello prometieron y prometieron... Sin pensar en cumplir. Como tantas otras veces han hecho, esperarán otra vez a que falten pocos meses para las siguientes elecciones y entonces volverán a contratar gente (para despedirlas una vez hayan votado). Es la misma triste historia, tantas veces repetida. Solo espero que haya memoria. Que las falsas promesas y los incumplimientos de compromisos no queden en el olvido para caer, nuevamente, en el error de apoyar a esta derecha que se aprovecha de los trabajadores y trabajadoras buscando el beneficio propio.


Folleto en que anunciaban la situación económica







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viernes, 2 de septiembre de 2011

LAS MÁSCARAS DURARON POCO


Se acabaron las "vacaciones", comienza eso que llaman un nuevo curso político. Un curso que, en nuestro pueblo, se presenta con tintes sombríos. El alcalde del PP y sus acólitos han dejado caer bien pronto la máscara con que concurrieron a las pasadas elecciones. El mensaje que utilizaron pasaba por la crítica de la situación económica del Ayuntamiento y la promesa de una nueva forma de gestión política que conseguiría, pese a la coyuntura desfavorable, generar empleo y riqueza para nuestro pueblo, mejorar los servicios municipales y conducir Aljaraque al mejor de los escenarios. Eso decían, pero estaban mintiendo. En realidad, su programa electoral oculto, el que estaban planeando, es el que ahora ejecutan con descaro, con falta de respeto hacia la gente que creyó en ellos y les votó, y, por supuesto, sin asumir la responsabilidad de sus propias decisiones. Amparados bajo el lamento mil veces repetido (por escrito, en conversaciones de bar, a través de sus secuaces...) de que toda la culpa es de los otros, que dejaron al Ayuntamiento en la ruina, tiran a la basura (en realidad, donde siempre estuvo) todo lo prometido, los compromisos individuales y colectivos, y se arremangan para hacer lo que tenían pensado y ello sin miramientos, sin pizca no ya de conciencia social, sino ni tan siquiera de la más elemental humanidad.

Todos y todas quienes tuviesen el estigma de ser de izquierdas, de haberse aproximado a la izquierda, incluso que, por profesionalidad, habían sido leales al equipo de gobierno anterior, a la calle. Basta ponerles la etiqueta de "enchufismo" y queda justificado el mandarlos al paro. Eso sí, con despidos reconocidos por ellos mismos como improcedentes, y pagando, pues, cuantiosas indemnizaciones. Cualquier cosa con tal de echar al "rojerío". Y eso, desde la opacidad de unos plenos mañaneros, para evitar la presencia de muchos vecinos y vecinas, sin televisión por medio, volviendo a las andadas de hace unos años. Al fin y al cabo, es lo que han mamado. No en balde, Toscano se crió a los pechos de Orta y Pino. Y se retratan, vaya si se retratan. Bastó escuchar al concejal de economía decir que quienes se tenían que enterar de las cosas eran los concejales y concejalas para comprobar su desprecio al pueblo y a la ciudadanía. Maneras de la derecha rancia, hasta aquí ninguna novedad.

La situación económica es difícil. Eso ya se sabe. Es la misma con la que tuvimos que bregar nosotros. La diferencia es la manera de afrontarla. La del PP es la de siempre, con el pretexto de la búsqueda del sacrosanto equilibrio presupuestario, recortar derechos y servicios, desmantelar lo público y eludir, al tiempo, su responsabilidad en ello. Hay, además, en nuestro caso, un problema de capacidad. Creo que la bisoñez política y la falta de conocimientos sobre la gestión de la administración, que define al actual equipo de gobierno, no son, precisamente, credenciales tranquilizadoras en tiempos complejos. Y falta vocación política, falta voluntad de sacrificio, falta talento, faltan ganas, en tanto sobran algunas poses sobreactuadas de ir sobrado, de saber lo que hay que hacer, pero no poder hacerlo por la pesada herencia. De qué sirve entonces tanta presunción, solo para decir que no puedo hacer las cosas bien. Para eso no hace falta sino la frialdad necesaria para tomar decisiones contrarias a las personas y lavarse las manos después como si eso borrara las huellas dolorosas que se dejan por detrás.