lunes, 17 de diciembre de 2012

EL PLENO DE LA VERGÜENZA (O CÓMO DESPEDIR A ESCONDIDAS)

David Toscano ya había demostrado que lo suyo es el uso del empleo como herramienta electoral (véanse imágenes I y II). Quien nos acusa de haber inflado la plantilla municipal y haber producido "la ruina" del Ayuntamiento queda retratado en esos documentos. Contrataciones a dedo, contrataciones masivas antes de las elecciones... cuestionadas por la intervención municipal por el sistema (sin publicidad ni concurrencia) y por los riesgos (qué pasaría cuando se acabara la especulación urbanística, como ocurrió). Más allá de las palabras y las acusaciones (generalmente anónimas) en las webs de determinados medios, con estas pruebas se constata cuál era su modo de actuar. 

Por si fuera poco, Toscano es un alcalde condenado (ya por cuatro veces) por vulneración de derechos fundamentales -indemnización por daños morales incluida- y también de derechos sindicales. Despidos nulos, reposición en sus puestos de los trabajadores y trabajadoras, y el Ayuntamiento a pagar salarios de tramitación e indemnizaciones (véanse imágenes III y IV).

Su incapacidad para generar movimiento económico en Aljaraque queda patente en varios hechos relevantes. Se han paralizado iniciativas de interés (nueva escuela infantil, con subvención de 600.000 euros concedida, naves industriales conveniadas con la Junta, instalación de determinadas empresas comprometida...), se marcha de Aljaraque el Leroy Merlín -poniendo en claro riesgo la llegada del Corte Inglés cuyas obras están nuevamente detenidas-, hay una parálisis total en la búsqueda de nuevas vías.

Paradójico ha resultado leer en una entrevista concedida a Huelva Información que el futuro de Aljaraque pasa por la Gastronomía (!), el Turismo (!) y el (agárrense) Parque Científico y Tecnológico -esperemos que lo que quería llevarse a Huelva el PP, y que Toscano tanto despreció, no pretendan ahora convertirlo en iniciativa suya. Sería lo último-.

El Pleno del pasado viernes es, con todo, lo más vergonzoso ocurrido hasta hoy en Aljaraque. La postura antidemocrática, falta de tablas para saber reconducir una situación tensa (lógica, se iban a bendecir cincuenta y tres despidos), concluyó con la orden de desalojo del Salón de Plenos (por primera vez en la historia municipal de Aljaraque) y la celebración, a solas, a escondidas en el despacho de alcaldía, de buena parte del Pleno, que ha sido recurrido, por manifiestamente ilegal por quien suscribe.

Los despidos, fruto de una modificación unilateral de la RPT (que castiga con la calle a quienes consideran "molestos", en tanto promocionan los fieles) y un ERE extintivo para parte de la plantilla de laborales, afectan a cincuenta y tres personas, cincuenta y tres familias que pasan a engrosar la lista de los ya enviados al desempleo. Otro numeroso grupo de trabajadores y trabajadoras son castigados con un 30% o un 50% de reducción salarial por la cara, en aplicación de la Reforma Laboral del PP. Frente a esta agresión intolerable, la postura de los trabajadores y trabajadoras en el Pleno fue comedida. Salvo algunas voces, nada más. A pesar del sentimiento de frustación y rabia que los despidos provocaba, la gente se limitó a increpar. Cualquier dirigente con espíritu demócrata hubiera aguantado y propiciado la tranquilidad necesaria para el desarrollo del Pleno. Los modos autoritarios no hicieron sino empeorar las cosas. Igual es que pretendían eso, el desalojo, la celebración a puerta cerrada para evitar la vergüenza.

Se inicia un periodo de lucha. El PSOE que está y estará con los trabajadores y trabajadoras, secundará cuantas acciones se lleven a cabo, denunciará ante la prensa los desmanes e irá a los tribunales para frenar esta auténtica sangría.

El futuro de muchas familias, el futuro de los servicios y el progreso de nuestro pueblo están en riesgo. Y eso no se puede tolerar desde la pasividad.


ANEXOS