El encuentro con Vincenç Badenes, Director Gerente, y la visita guiada por las instalaciones, permitieron hacernos una idea de lo que significa este centro, de su potencial tremendo en áreas como la social, la educativa, la investigadora, la innovadora, siempre alrededor de los futuros modos sociales que las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, y
sus esquemas, posibilitan . Trabajo en ámbito abierto, al aire libre, nuevos espacios de intercambio de experiencias, provechosas formas de difusión de las ideas y sus procesos constructivos, espacios para la colaboración y, sobre todo, pertenencia a la comunidad. Citilab es de la gente. Desde el vecino o la vecina, con interés por acercarse a los ordenadores, hasta los estudiantes que aprenden a cooperar, entre sí e intergeneracionalmente, pasando por el personal más especializado que, a través de proyectos, encuentra aquí medios y población para realizarlos, contrastarlos, mejorarlos. Luego llegará (o no) el fruto económico o social. Lo importante es la gestión compartida del conocimiento.
Creo que Citilab nos indica un camino que es imprescindible seguir si queremos extender la cultura digital, integrarla, aprovecharla para nuestro progreso como personas, como sociedad, con criterios de sostenibilidad económica, social y medio ambiental.
Sus directivos nos animaron, se ofrecieron para el tutelaje, mostraron su plena disposición a la cooperación. Y es de agradecer. Ahora viene nuestro trabajo. Queda por delante una ardua tarea, pero tan apasionante...
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