
Más allá de quienes plantean el fin de las ideologías, hay una especie de intelectual -démosle esa consideración- que en el círculo más estrecho de la política local sí se atreven a proclamar la ausencia de color político. Esas personas se refieren a la acción municipal en términos de gestión y pareciera que tras esa expresión, vinculada aparentemente al mundo teóricamente apolítico de la empresa, se sitúa una forma de gobierno aséptica cuyas prioridades a la hora de tomar decisiones -porque deben existir, lo contrario sería el desgobierno ¿no?- vendrían determinadas por el conocimiento en cada momento de lo que conviene a la ciudadanía. Esta esquematización es planteable desde el momento en que se considera propio del ámbito político local tareas, que no acciones, labores tan simples y concretadas en lo material, que no admitirían un enfoque ideológico.
Craso error. Llega un momento en que, aún cuando no se hubiere planificado, aún en el hipotético -y absurdo- caso de que no existiera estrategia en la acción gubernamental, hay que optar entre, pongamos por caso, asfaltar una calle, o incrementar la ayuda a personas en situación de predependencia. Construimos una guardería o un polideportivo. Promovemos suelo industrial o residencial. Reservamos este último para renta libre o para protección oficial. Protegemos un determinado paraje o urbanizamos. Una enorme cadena de alternativas, algunas estructurales, que acaban dibujando un planteamiento político determinado.
No hay inocentes en este proceso. Sólo quienes se muestran claramente frente a aquellos que se ocultan en aparentes tesis de superación de la historia. Falacias. Desconfiad de quienes necesitan ocultar su verdadero pelaje. No hay nadie peor -para encargarse de la cosa pública- que quienes pretenden aparentar no ser lo que son, con el agravante añadido de intentar meternos a todos en el mismo saco. Como hubiésemos dicho de chicos -bendita inocencia-, nanay de la china.
2 comentarios:
Alguna vez que otra hemos tenido la oportunidad de hablarlo y ¿quién ha dicho que ya no existen las ideologías? Bueno sí, evidentemente es un discurso que la derecha hace tiempo que va deslizando. En fin.
Acabo de descubrir tu blog y me parece una idea muy acertada, sobre todo para tus vecinos. En mi pueblo, como bien puedes imaginar, los gobernantes están para otros menesteres, ¡Qué envidia!
Bueno, iré siguiendo tus ideas y comentarios, aunque ahora sea a través del blog.
Querido amigo: Uno de los resultados de esa real existencia de color político también en lo local es precisamente la existencia o ausencia de canales libres de información.
Uno de los ejemplos más claros es el de la transmisión íntegra de las sesiones plenarias de los ayuntamientos. La ciudadanía tiene derecho a conocer de primera mano la posición de cada grupo, a asistir al debate y confrontación de ideas y argumentos para poder formarse una opinión fundamentada sobre la gestión de lo público, de lo de todas y todos.
La utilización de las nuevas tecnologías ese esencial en ese esfuerzo. Sabes que abomino de esa expresión muy utilizada entre determinada clase política de que hay que "vender" lo que se hace (y a veces lo que no se hace). En realidad, lo que hay es que explicar, que dar a conocer lo que se hace, con claridad, con transparencia, restando importancia al marketing y dándosela al contendido.
En fin, me alegra encontrarte ahí. Un fuerte abrazo, buen amigo. Persevera...
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