Alguien podría pensar que han sido vacaciones muy largas. No ha sido así. En cualquier caso, tras resolver algunos problemas técnicos con el blog, estamos de vuelta para iniciar un curso político que se presenta duro y apasionante.
Es evidente que al conjunto de ciudadanos y ciudadanas le interesa poco o nada la estrategia electoral de las diferentes fuerzas políticas. Incluso podríamos tener la sensación, en ocasiones, de que las padece. El ruido ( y la furia que escribiera Faulkner), la trifulca, la bronca, la falta de respeto, los insultos a la inteligencia. Todos esos elementos aparecerán en escena, se irán haciendo más frecuentes y de tono más elevado conforme se aproxime la siguiente (importante) cita electoral: las municipales de 2011. Aunque parezcan lejanas en el tiempo, lo cierto y verdad es que llegarán antes de que nos demos cuenta y esa certeza desata nervios, genera inquietudes, porque hay mucho en juego. Y no me refiero a la gran cantidad de cargos políticos -en muchos casos, por tanto, puestos de trabajo- que quieren continuar en esos lugares de relevancia por variadas razones (también, cómo no, en muchos casos -espero que la mayoría- por el interés en llevar adelante un proyecto político concreto, ideológicamente caracterizado, que consideramos el mejor para nuestra gente), si no a la plasmación en el territorio de un modelo político u otro, disyuntiva que puede condicionar el futuro de muchas personas.
No todo será orégano pero lo hay. El deber de los responsables políticos y de las diferentes administraciones es centrarse en él y ofrecerlo a la sociedad, huir de las malas hierbas -que podrían parecer tentadoras por fáciles de recoger-, y construir discurso, y a partir de ellos acciones que redunden en beneficio de la mayoría. La sociedad también tiene un deber inexcusable. Exigir seriedad, claridad, solidez y dimensión práctica a los debates que se generen. Para poder decidir mejor, para que la democracia funcione basada en un principio elemental. El pueblo soberano pone y quita responsables políticos. Pero debe hacerlo, es necesario que lo haga, manejando criterios correctos de evaluación. Nos va mucho en ello.
Retomamos el hilo. Sé que habrá disensiones con mis planteamientos. Las espero argumentadas y respetuosas. Nada contribuye más a mejorar una sociedad que el diálogo, el debate, la contrastación de ideas, la búsqueda del acuerdo. Esa es la base del progreso de la humanidad, así hemos ido aprendiendo y transmitiendo lo aprendido. Gracias de antemano.
1 comentario:
Ha fallecido en el dia de hoy Jon Castizo.
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