domingo, 11 de octubre de 2009

ÁGORA

En más ocasiones de las deseables -aunque habrá quien opine que debe ser así- los críticos de cine solo acierta a ver en una película eso precisamente: cine. Sin embargo, para acercarse a una cinta como "Ágora", conviene alejarse del análisis de planos, de la validez del trabajo de los actores y actrices, incluso del ritmo, el desenlace, o eso que algunos llaman la carga emocional. Amenábar ha hecho una apuesta importante que debe ser valorada en su complejidad. Es cine, no nos confundamos, pero también una llamada (casi podría decirse que desesperada) a la utilización del pensamiento, al valor del pensamiento, un homenaje a la razón humana desde su consideración de elemento esencial que da sentido a nuestra existencia. Si estamos aquí para algo, es para conocer.


Que haya elegido la figura de Hipatia para esa tarea necesaria de mostrar la importancia de la inteligencia, lo imprescindible de elevarnos sobre la banalidad y recuperar, siquiera sea por un instante, la certeza sobre lo trascendente, añade otro valor a su obra. La sumisión de la mujer como construcción cultural es denostada mediante la demostración de su profunda injusticia.


Por último, aunque podrían analizarse más elementos, queda la cuestión religiosa. La critica de la intolerancia y de la utilización de los mensajes inicialmente sagrados para conseguir poder terrenal, está presente desde el inicio. Da igual el credo manoseado, tergiversado; al final, a través del fanatismo, se pierden los valores defendidos al principio, se mutan hasta el punto de acabar haciendo lo contrario de lo predicado. Toda contradicción se supera apelando a la voluntad de dios (de los dioses), lógicamente tamizada, transmitida por sus predicadores.


Hay que agradecer a Amenabar que haya tenido valentía suficiente para poner su talento al servicio de una obra compleja, arriesgada en un tiempo en que prima lo banal, lo insulso, lo fácil. Ojalá consiga despertarnos.

6 comentarios:

MANOLO ALJAPARK dijo...

A pesar de los 50 millones de euros, que ha costado la pelicula y de la reconstrucción de la Alejandría del siglo IV d.c. Amenabar podría haber contratado un más riguroso asesor histórico ya que en una de las imagenes de la decadencia y del abandono de edificios públicos y calles de la ciudad, aparece una hermosa chumbera, cuando todos sabemos que las chumberas son oriundas del continente americano desde el norte de EE.UU. hasta la Patagonia, donde crecen de forma silvestre. Fueron introducidas en Europa por los conquistadores españoles y se naturalizaron fácilmente en la región mediterránea.

José Martín dijo...

No se puede estar en todo (ni aún con un gran equipo)

Anónimo dijo...

Yo vi la película hace una semana (al igual que al alcalde de Ayamonte, el cual no debió gustarle mucho, ya que se quedó dormido, puede usted preguntarle cuando le vea) y puedo asegurarle que si en la sala se creó algún ambiente fué precisamente de eso, aburrimiento colectivo. El fanatismo religioso (sea cual sea) es penoso y para mi al menos Amenábar no nos ha presentado nada que no conociéramos ya, tan fanáticos eran los cristianos como los otros.

Sinceramente, dinero tirado a la basura por mi parte, al que no le guste la iglesia que no valla y al que si pues que acuda, cada uno es libre de hacer lo que le plazca. Es como el que no cree en la iglesia y luego va a las procesiones de Semana Santa, es contradictorio, ¿no Señor Alcalde?

José Martín dijo...

Hemos visto dos películas diferentes, o somos dos personas diferentes viendo la misma película. Reducir Ágora a una cuestión de fanatismo religioso me parece pobre. Hay bastante más. Creo yo.

Anónimo dijo...

Como parece que le gusta el Cine, me gustaría preguntarle una cosa. No se si usted sabe que una saga de películas de alto contenido violento y gore (SAW) va a estrenar la sexta y última entrega de la saga. Pues bien, el ministerio de cultura la ha clasificado como película X, donde sólo podrán verse en salas de cine X (lógico), la productora, Disney, ha optado por NO estrenarla en nuestro país, el único en toda la zona Euro donde NO va a ser emitida. Algo que podría ser debatido, pero que bajo mi punto de vista es todo un error de la ministra de cultura.

Pues bien, la Señora ministra Ángeles González-Sinde es la guionista de la película española "Mentiras y Gordas", una película que si usted no conoce puede buscar su trailer en Youtube. Una película de alto contenido sexual, drogas, violencia, etc... desde principio a fin la película se basa en eso, y le puedo asegurar que si uno va al baño, cuando regresa se ha perdido uno (perdoneme por la expresión) 4 polvos y 3 consumiciones de cocaína.

Bajo su opinión de amante del cine (que creo que lo es), ¿ve usted justo esa designación de SAW VI como película X?, una película de alto contenido violento, pero que hoy dia no nos enseña nada nuevo.

Si usted no ha visto Mentiras y Gordas le invito a que lo haga, me gustaría saber su opinión.

Saludos.

José Martín dijo...

Sinceramente, de la serie SAW solo he visto (entonces no sabía de qué iba) la primera. Después le perdí la pista. No me ha interesado lo más mínimo una propuesta de violencia sin más, con un grado de crueldad más allá de lo que me parece razonable. Ahora bien, yo no la calificaría de X, aunque sí recomendaría sencillamente ir a cualquier otra propuesta de las muchas, de calidad que hay en el mercado. La serie SAW que sigue, por lo que sé, la estela de la primera en cuanto a ausencia de propuestas novedosas, tiene un riesgo añadido: su difusión entre la gente joven. Eso sí me parece particularmente preocupante, teniendo en cuenta que estamos en fase de construcción de valores, con dificultad para discernir una propuesta explícita de una (supongamos que fuera así) crítica desde la plasmación cruda. Tampoco he visto "Mentiras y gordas", así que poco puedo valorar la comparación que Vd. hace. En cualquier caso, a veces es cierto que deben prohibirse según que contenidos, pero no deja de ser una decisión extrema que solo ha de tomarse en casos de gravedad mayor. Por lo demás, en estos días, aparte "Ágora" de la que ya hablé, he tenido ocasión de ver la muy recomendable "Si la cosa funciona" y la aceptable (con su carga de violencia incluida) "Los hombres que...". La clave es la elección. Eduquemos para hacerla posible con fundamento.