La última sentencia del Tribunal Superior de Justicia viene a decir (ya veremos si hay o no recurso) que el ERE del Ayuntamiento de Aljaraque que afectó a 27 trabajadores y trabajadoras es conforme a derecho. Es decir, que la reforma laboral da cobertura a despidos como el que se ha producido en nuestro pueblo y en la forma en que se ha gestionado. Pero sólo eso, que se ajusta (insisto, ya veremos si definitivamente es así) al marco legal que el propio PP ha aprobado precisamente para poder hacer estas cosas. Nada más y nada menos.
Eso no significa que el ERE sea justo, que sea moralmente aceptable, que suponga una solución, que no tenga alternativas, que deba ser aceptado desde la pasividad, que no pueda ser contestado con todas las herramientas democráticas que esta sociedad aún conserva.
Personalmente, sigo creyendo que tampoco es legal, aunque lógicamente todos estaremos a lo que definitivamente resuelvan los tribunales. Lo que tengo meridianamente claro es que se está produciendo una involución en este país, que se están perdiendo derechos, que los ultra liberales del PP van consolidando en la práctica su cuerpo doctrinario, su programa oculto. Y que eso nos tiene que hacer reaccionar con contundencia, desde la vehemencia que se asienta en la defensa de lo justo, de lo igualitario, de lo democrático...
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