Sin duda, el derecho a una vivienda digna se encuentra, inmediatamente por detrás del derecho a la integridad personal (psíquica y física) y a la vida, en un plano esencial para la persona, donde convive con el derecho al trabajo, a la igualdad de trato, a la educación... y tantos otros aspectos "fundamentales". Creo que es un axioma compartido por la mayoría.
Desde esa consideración, y habida cuenta de que las corporaciones locales tienen con relación a esta necesidad vital una clara competencia, se plantea de inmediato como un elemento diferenciador la manera en que es promovida por esa acción política municipal. Sirva Aljaraque como ejemplo.
En una de esas clamorosas "equivocaciones", fruto entre otras motivaciones de un indudable -y habría que decir merecido- sentimiento de culpa, el Partido Popular acusaba al Socialismo Aljaraqueño de no haber llevado a cabo, cuando gobernó en el pasado este territorio, viviendas de promoción pública o privada en régimen de protección en cualquiera de sus modalidades. Cuando se les demostró, con datos, no con afirmaciones hueras, que se habían construido durante esos mandatos más de ochocientas, frente a las diecinueve (19) que promovieron en DOCE AÑOS (12), en un momento además de expansión constructiva en el que se levantaron miles de viviendas, eso sí de renta libre, en nuestro pueblo, apenas balbucearon que la mayoría fueron de iniciativa privada. Como se ve, demoledor argumentario.
Tal vez hubiese convenido más sinceridad, aunque no quede bien porque no había derecho a lo que hicieron (por eso se acomplejan), y cantar la verdad. La apuesta era hacer caja. El objetivo esquilmar el territorio. Facilitar la promoción, recalificar, vender los aprovechamientos casi automáticamente, dinero fácil a cuenta del patrimonio de todas y todos, a costa de un modelo de ciudad insostenible en cuanto el mercado inmobiliario aflojara. Entonces, ya se vería.
Se ha argumentado que la codicia excesiva del capitalismo más salvaje está en el origen de la crisis que padecemos. Aquí, a nuestro nivel, la especulación sustituyó a la gestión política responsable. Gobernó el mercado mediante promotores que buscaban poner en aquel un producto agradable (Aljaraque, Corrales, Bellavista, La Dehesa, La Monacilla, entornos todos ellos admirables), sin ver más allá. Sin más plan que el beneficio rápido. Claro que eso generó momentaneamente empleo, y riqueza (mal repartida pero riqueza), el problema es que no se sembró para el futuro. Que no se tejió un entramado diversificador de soluciones alternativas.
Las cosas han cambiado. Es cierto que la crisis ha acelerado esa transformación. También lo es que hay una nueva conciencia de gobierno, que prima convenios de conversión de suelo destinado a renta libre por VPO. Se han firmado acuerdos para promover casi novecientas (900). En lo poco que quedaba de suelo público ya se están construyendo (C/ Rábida), o se han culminado gestiones para que EPSA (Empresa Pública de la Consejería de Vivienda de la Junta de Andalucía) lleve a cabo promociones de esa naturaleza (Avda. Punta Umbría), o se ha posibilitado la entrada de empresas privadas que haran viviendas de protección permutando suelo por un espacio tan querido y tan necesario (que ya no se urbanizará) como el Puntal del Molino o de Cojillas.
6 comentarios:
Solo puntualizar dos cosas. ¿Realmente viviendas sociales a 20 millones de las antiguas pesetas son viviendas asequibles?¿Para quien? El problema no es la construcción de viviendas de VPO o libres, el problema es el acceso a la forma de financiación de esa vivienda, y ahí es dónde se debería actuar, o les pasará como en otros muchos sitios: los "afortunados" ganadores del derecho a acceder a una de esas viviendas se van a ver sin la forma de pagar esa vivienda.
La última cosa: como ya se dijo en el último pleno, Las Cojillas lo declaró urbanizable un consistorio socialista. No veamos fantasmas donde no los hay Sr Martín.
No se equivoque. La vivienda de protección oficial constituye un elemento de ordenación del mercado inmobiliario indispensable. Es la manera más asequible para conseguir una vivienda.
Cierto que la coyuntura, por definición pasajera, no es la mejor y que la restricción del crédito está afectando a familias potenciales compradoras. Pero eso no cambia el que sigan siendo más baratas que las de renta libre.
Por otro lado, aparte viviendas de entre 80 mil euros y 120 mil euros (entre 14 y 20 millones de pesetas)para venta, existen viviendas de carácter social y en régimen de alquiler en condiciones adaptadas a quienes menos tienen.
Por tanto, la dialéctica renta libre - VPO tiene todo el sentido y marca diferencias entre quienes optan por promover unas y otras.
Con relación a los fantasmas, dos cosas: un consejo y un reto. No se crea todo lo que el Sr. Toscano diga. Averigüe quién aprobó la conversión del Puntal del Molino o de Cojillas en urbanizable. Como en el Planeta de los Simios, tal vez no le guste lo que encuentre.
Un saludo
Por regla de tres tampoco nos tenemos que creer todo lo que salga de su boca señor Martín, lo único que tengo de destacarle es que tiene muy buen sentido para escoger películas, gran producción protagonizada por Charlton Heston. Reta usted a su vecino a que indage, ¿entoncés también podríamos indagar todo lo relacionado a La Dehesa?, que ustedes aprobaron y urbanizaron en su día. Y no fueron pocos los pinos que allí fueron cortados para que se pudiese construir. Hablamos lo que nos conviene y lo que no, pues no lo callamos.
Si el PP aprobó que fuese urbanizable las Cojillas, cosa mala, pero en 12 años que se llevaron, no tocaron nada. Lo cortés no quita lo valiente.
P.D.- Yo lo que me creo es que tengo que levantarme a las 6:30 de la mañana a trabajar, para dar de comer a mi mujer y mis dos hijas, es lo único que creo, y no lo que digan los políticos.
El Planeta de los Simios, en concreto la versión a que Vd. se refiere es, efectivamente, una gran película, con un mensaje potente y una clara advertencia. Además resulta particularmente paradójico -y emotivo, no cabe duda-, ver a quien fuera Presidente de la Asociación del Rifle en EEUU, maldecir a las guerras y a quienes las provocan.
No creo que sea justo descalificar a quienes nos dedicamos a la política así, de manera generalizada. Sencillamente, no es justo. Llevo ya mucho tiempo trabajando (y recalco, trabajando) en esferas que tienen que ver con la política o, directamente, en ella (en este caso, algo menos). Aunque militar en política, lo que se dice actuar en ese ámbito sin dedicarme a ello de manera profesional, lo hago desde que tenía 17 años, en momentos en que, vivo aún el dictador, conllevaba sus riesgos. Y con seguridad habré cometido errores, pero siempre he actuado en conciencia y nunca he comprometido mi honestidad. La gran mayoría de los que nos dedicamos a la cosa pública trabajamos duro y nos ganamos honradamente la vida, sin alharacas. Merecemos, por ello, y en tanto no se demuestren actuaciones indignas, un respeto.
En política, contrariamente a lo que ocurre en la esfera religiosa, la cuestión no es creer o no creer. La cuestión es si puedes demostrar o no aquello que dices. Es el caso. Vd., recogiendo el discurso del PP en el último Pleno es quien da por bueno que el PSOE, en un periodo de gobierno anterior, aprobó el cambio a urbanizable de Las Cojillas. Sólo le digo que estas afirmaciones, si no van acompañadas de las pruebas correspondientes, no demuestran nada de lo que pretenden.
Es evidente que la expansión residencial tiene sus costes. Y puede que el prisma de ahora hace veinte años no permitiera ver las consecuencias de determinados modelos de intervención en el territorio. Pero es innegable bajo qué mandato se ha producido la gran explosión urbanística en nuestros núcleos.
Un saludo
Digame usted señor Martín un sólo pueblo de toda la provincia de Huelva que NO haya crecido en este pasado boom inmobiliario, de cualquier partido, tenemos muchísimos ejemplos:
Lepe(PP), Cartaya(PSOE), Ayamonte(PSOE), Punta Umbría(PP y PSOE), Isla Cristina(PA y PSOE), Gibraleón (PP y PSOE), etc....
Todos los pueblos de nuestra provincia han aprovechado el boom inmobiliario, ¿acaso si ustedes no hubiesen estado en el gobierno no lo hubiesen echo?. Y no me diga que por ejemplo Ayamonte y Cartaya, pueblos de gobiernos socialistas durante años han tenido un crecimiento "sostenible", porque si usted va a Ayamonte por ejemplo tan sólo se pueden apreciar, viviendas, viviendas, viviendas y más viviendas.
Creo que el discurso de "nosotros somos los buenos", "ellos son los malos", no cala en la sociedad de hoy en día. Ahi están los echos, todos los partidos políticos se han aprovechado de las "vacas gordas", y ahora las vacas sufren anorexia.
No todos los pueblos han crecido igual, ni con el mismo criterio. Sería muy prolijo repasar uno por uno los ejemplos que pone. Sólo algunas ideas: ¿Cuántos de ellos, a pesar del crecimiento urbanístico, no crecieron en servicios sociales (guarderías residencias de mayores, centros de día, recursos para personas con discapacidad, VIVIENDAS DE PROTECCIÓN OFICIAL, etc...? Ya verá cómo empiezan a dibujarse diferencias.
Nosotros nos hemos llevado la palma en los dos aspectos: el máximo crecimiento en vivienda de RENTA LIBRE y el mínimo en dotaciones. Y que no se diga que era un problema de la Junta. Me remito a la información publicada (Huelva Información y Odiel Información el 11/1/06).
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