domingo, 12 de abril de 2009

NECESIDAD DE COHERENCIA


Escucho a Arias Cañete, responsable del programa para las europeas del Partido Popular, criticar el cese de Solbes y el posterior nombramiento de Elena Salgado. El exvicepresidente económico, hasta hace unos días denostado (se le dibujaba agotado, sin ilusión, mantenido contra viento y marea pero sin ideas frente a la crisis), se convierte de repente en una personalidad de prestigio, que ha sabido mantener una línea propia, con discurso para afrontar la coyuntura; en cambio, la nueva Ministra de Economía es dibujada como una mujer carente de fuerza personal, una especie de brazo ejecutor pasivo de los designios de un "gabinete económico" del presidente constituido no se sabe muy bien por quienes.


Dado que, por un efecto secundario con seguridad inevitable, el sistema democrático que nos hemos dado, requiere de la conquista de los mecanismos de gobierno, y por tanto del voto de la ciudadanía, los Partidos se proyectan en dos direcciones. Se ensalza lo propio, se critica (a veces se masacra) lo ajeno. ¿Y las contradicciones? Pues parecen no importar.


Sólo así se entiende que de quien se pide el cese o la dimisión, al día siguiente de producirse se hablen maravillas; por contra, se arremete contra quien viene a significar ese cambio previamente demandado, antes aún de que haya "abierto la boca".


Sólo así se entiende que se califique de huida la nueva tarea encomendada a Manuel Chaves; de "presidente ilegítimo" (así, sin cortarse un pelo) al presumible nuevo máximo dirigente de la Junta de Andalucía, José Antonio Griñan, en tanto se justifique, al tiempo, esos mismos caminos cuando los protagonizaron Zaplana o el propio Aznar. Entonces no se pidieron elecciones anticipadas, ahora sí.


Esto de la incoherencia se ha convertido en tan habitual, que la ciudadanía lo asume como algo cosustancial a la tarea (o la táctica, si se quiere) política. No debiera ser de esta forma. Ahondar en ese tipo de comportamiento no hace sino restar aún más credibilidad a un grupo ya bastante castigado, como el que constituyen las personas que se dedican a lo público.


Es evidente que un cierto filtro por la propia experiencia personal y la ideología es inevitable. De ahí al forofismo que todo lo acepta, que no ejerce la mínima crítica sobre el discurso, hay un trecho muy largo. Puede que no sea cómodo, pero el contraste de puntos de vista es insustituible en cualquier democracia que se base, como tiene que ser, en la defensa de la libertad.


Conste que ello no conlleva inmovilismo en las ideas o las posiciones, antes al contrario. Puede cambiarse de orientación, modificar objetivos, incluso los contenidos en los programas electorales, dado que la realidad es cambiante y debemos adaptarnos a ella. Pero ha de hacerse explicando las motivaciones, justificando los nuevos planteamientos, no negando, como si nunca se hubieran esgrimido, las anteriores propuestas. Necesitamos coherencia.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Usted vería con buenos ojos que Nuñez Feijoó dentro de un par de años abandonase la Xunta de Galicia para formar parte del equipo de Rajoy?. Creo que no, aunque usted me conteste aqui que si, lo mismo sucede con Chaves, abandona el barco en el peor momento, y por eso se escuchan voces pidiendo elecciones anticipadas.

Particularmente eso de adelantar elecciones me da exactamente igual, pero espero que usted esté deacuerdo conmigo en que las Elecciones Andaluzas NO tendrían que coincidir con unas generales, los Andaluces nos merecemos centrarnos única y exclusivamente en nuestro futuro, y eso pasa por poner una fecha distinta a las del gobierno central.

Somos una autonomía luchadora y nos merecemos ese derecho (no privilegio), independientemente del partido político que las gane.

José Martín dijo...

No es necesario acudir a un futurible. Si alguien desde el PSOE criticara una decisión como la que apunta, también sería incongruente. Pero fíjese en lo hecho, convendrá conmigo en que no puede parecer bien lo de Zaplana y Aznar y mal lo de Chaves. Recurro a otro dicho de mi infancia, relativo a un juego, sin tintes xenófobos: o todos moros, o todos cristianos.

Anónimo dijo...

No tiene que ser usted tan ( y permitame la expresión) tikismikis, no le voy a tachar de xenofobía ese comentario, es algo que bajo mi punta de vista no sale de contexto.

Pero si haciendo oídos sordos a mi pregunta sobre la coincidencia de Elecciones Generales y Andaluzas.

José Martín dijo...

Las andaluzas y los andaluces hace tiempo que aprendimos que somos también España. Y hemos demostrado, elección tras elección, con resultados diferenciados en función del ámbito concreto, saber distinguir aunque coincidan en el tiempo las estatales y autonómicas. Respeto su opinión de que debieran tener fecha propia. La ventaja, centrar el debate sobre lo autonómico; por contra, multiplica un calendario electoral ya de por sí suficientemente cargado. En cualquier caso, no creo que sea definitorio del resultado. A la evolución histórica me remito. Le recomiendo este enlace: http://www.parlamentodeandalucia.es/opencms/export/portal-web-parlamento/externo/memoriahistorica-1982-2004/0122.html