http://economia.elpais.com/economia/2012/02/13/actualidad/1329101321_675912.html
Merecedora de un análisis en profundidad, la Reforma contiene medidas que suponen un retroceso hasta el marco de relaciones laborales del Sindicato Vertical. Metieron miedo y ahora nos suprimen derechos conquistados en años de lucha en la confianza de que nadie protestará. Se equivocan...
2 comentarios:
Le recuerdo que su amigo Felipe Gonzalez, impuso el despido libre, además los sindicatos de hoy, lo único que quieren es dinero y llevarse todo el día sin dar un golpe, se lo aclaro, mientras los gobiernos que estén en el poder les arrime dinero, no se quejan, y encima los enlaces y delegados sindicales no trabajan la mitad de los días, un empresario contrata para que los sindicatos se beneficien y chupen del bote, si se quiere defender los derechos de los trabajadores hay que hacerlo fuera de tu jornada laboral.
El anónimo del comentario se nos muestra partidario del Sindicato vertical franquista. Incluso habla de "enlaces". Sobre los democráticos, proyecta una imagen de gente perezosa y vividora. Quienes odian la democracia, rechazan sus señas de identidad. Una de las más importantes son las organizaciones sindicales, herramienta básica para la defensa colectiva de trabajadores y trabajadoras. Molestos para el poder gobernante y para el empresariado más conservador. No en balde, si agredes los derechos laborales (o atentas contra principios elementales del Estado del Bienestar) te organizan movilizaciones, encierros, huelgas y otras medidas de presión. La legislación, fruto de años de gobierno de la izquierda, te obliga a negociar con ellos convenios colectivos y cuantas medidas afecten a los trabajadores y trabajadoras. Son, por tanto, incómodos para el poder y como tales han sido sistemáticamente atacados por la derecha. Derecha que ha llegado a crear seudosindicatos para engañar a empleados y empleadas en las elecciones sindicales. Para restar poder a las organizaciones sindicales.
Una de las estrategias más comunes (como se ha hecho también y con éxito con la política) consiste en desprestigiarlos haciendo ver que no sirven para nada, que solo responden a sus propios intereses. Lo cierto y verdad es que millones de trabajadores y trabajadoras han comprobado en sus carnes que, cuando llegan los momentos difíciles, solo las organizaciones sindicales sirven para frenar las agresiones del capital.
¡Ay del día en que la derecha rancia consiguiera quitarlos de en medio! Justo lo que ahora intenta el PP.
Publicar un comentario